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Arquitectos: Bajet Giramé
- Área: 410 m²
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Fotografías:José Hevia
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Este proyecto de 2 locales comunicantes entre dos amigos en un sobreático del Poblenou de Barcelona se vincula a la práctica del loft como paradigma de la libre apropiación del espacio, en un sentido tectónico, político y temporal. Se superponen y difuminan límites tradicionales, como los de propiedad o las esferas de ocio, trabajo y vida. Coexisten lugares de intimidad de unos y de otros, así como espacios para compartir. Relaciones producidas mediante umbrales que, a su vez, regulan interacciones climáticas entre un interior y exterior también diluidos.
La intervención celebra el pragmatismo de la planta libre de este edificio industrial de 50.000m2 del 1970. Con este objetivo, se explora una poética constructiva basada en la superposición de estratos y objetos distintos.
Así, cada material o dispositivo de este paisaje habitacional se muestra en crudo y dispone de cierta autonomía, incluso de distinta temporalidad y agencia, para poder ser disfrutado y transformado a lo largo del tiempo. Los dos locales, cada uno encintado por una envolvente térmica y de bloques de hormigón de expresión cuasi textil, se mantienen conectados mediante umbrales, translucidez, cortinas y reflejos. Estos recintos se han dejado inacabados, abiertos en algunos puntos, dejando pasos de relación entre los diferentes locales.
La tipología del edificio, dirige la mirada a una única fachada frontal, abocada a la favorable orientación marina de la ciudad de Barcelona. Una pequeña constelación de dispositivos explora límites entre construcción tradicional y producción digital, dotando de sentido a cada rincón habitable. Muebles contrachapados de madera, producidos con CNC y ensamblados mediante encajes, ocupan el espacio como “pequeños edificios” deviniendo un soporte primario de espacios de trabajo, almacén y descanso.
Una familia de estructuras de acero inoxidable producidas a láser y ensambladas mediante encajes y pestañas y se ubica “de puntillas”, vinculada a rutinas de cocinado y lavado. En un gesto pragmático, baños e instalaciones se contienen en volúmenes de cartón-yeso, cuyo interior expresa variadas configuraciones espaciales y cromáticas.